Relleno para ojeras
Relleno para ojeras. Cirugía Estética en Asturias.
Una de las causas de un aspecto cansado o prematuramente envejecido de la mirada son las denominadas ojeras. Su presencia supone una causa muy frecuente de consulta.
Pero existen diferentes “tipos” de ojeras, aunque con frecuencia se emplea el mismo término para todas ellas. Por un lado, se encuentran las debidas a un tono oscurecido en la piel de los párpados, la del párpado inferior superior o ambas. Por otro está aquella situación en la que existe un hundimiento o surco a nivel de la parte interna del párpado inferior en una zona denominada “valle de las lágrimas” (tear-trough en inglés). Por último, hay casos en los que se presenta una combinación de las dos anteriores.
- Ojeras por coloración oscura de la piel.
Existen diversas teorías que intentan explicar su aparición. Puede deberse a que la piel es especialmente fina a este nivel, lo que hace transparentar el músculo orbicular que se encuentra por debajo. También hay publicaciones médicas que lo asocian a características particulares de la vascularización a este nivel. Sí se sabe que con frecuencia existe un componente hereditario, haciendo más frecuente su presencia en determinadas líneas familiares. El consumo de tabaco o alcohol incrementa el riesgo de una piel oscurecida.
De la misma manera que no se conoce bien la causa concreta de su aparición, la corrección de este tipo de ojera no es sencilla y puede requerir de la aplicación de distintas opciones terapéuticas entre las que se encuentran las cremas despigmentantes, algunos tipos de peelings químicos, la aplicación de láseres o los injertos de grasa propia (Nanofat). - Ojeras asociadas a surco o hundimiento.
Su presencia se debe a la falta de volumen entre la piel y el hueso que forma el reborde de la órbita. Hay pacientes que presentan un surco entre el párpado inferior y la mejilla desde la juventud pero lo más frecuente es que se empiece a notar debido al descenso de los tejidos y la pérdida de tejido graso asociados al envejecimiento.
La infiltración de ácido hialurónico permite corregir o atenuar significativamente su presencia.
Existen tres condicionantes a su aplicación.
– El tipo de ácido hialurónico empleado: la densidad y viscosidad del mismo son factores a tener en cuenta. Existen productos específicos para su inyección a nivel de la ojera.
– La técnica de infiltración: la inyección de materiales de relleno a este nivel requiere de una técnica determinada y experiencia por parte de quien la aplica. Una infiltración muy superficial suele ser causa de malos resultados ocasionando un problema estético para los pacientes, por acumulación de líquido en los tejidos, que con frecuencia es muy duradero y no siempre es fácil de tratar.
– El uso de ácido hialurónico no es aconsejable para corregir el surco asociado a una bolsa de grasa en el párpado inferior.
¿Bolsa u ojera?
La bolsa palpebral es un abultamiento de grasa localizada en el párpado inferior. Debido a este cúmulo de grasa, se forma inmediatamente por debajo un surco que suele confundirse con una verdadera ojera. La corrección de las bolsas palpebrales se realiza mediante una cirugía denominada blefaroplastia. Esta intervención se realiza empleando anestesia local y sedación y sus resultados son definitivos. Al eliminar la bolsa se trata también la ojera.
Si se intenta eliminar una bolsa mediante la infiltración de ácido hialurónico en el surco, podemos suavizar parcialmente el hundimiento adyacente, pero en su lugar se resalta el abultamiento en el párpado inferior, acentuando el aspecto cansado de la mirada del paciente.
¿En qué consiste el tratamiento?
Tras una primera consulta de valoración el cirujano determina cual es el motivo de la consulta y el posible tratamiento a aplicar. La infiltración de ácido hialurónico debe de realizarse por profesionales médicos cualificados, en un entorno sanitario y tomando las medidas de asepsia adecuadas. La inyección puede realizarse con aguja o microcánulas finas y no precisa la aplicación de anestesia local ya que es muy bien tolerado por los pacientes. El procedimiento tiene una duración de unos 20 minutos. Se aconseja la aplicación de frío de forma intermitente las horas posteriores, a intervalos indicados por el doctor. Es habitual que las primeras 24 a 48 horas exista un edema leve; esto no suele impedir el retomar las actividades cotidianas al día siguiente del tratamiento. Es mucho menos frecuente la aparición de moretones, que cuando aparecen suelen resolverse en pocos días.
La cantidad de relleno a emplear y las sesiones en la que se aplica varían. Aproximadamente la mitad de los casos se pueden tratar en una sola sesión. En el resto puede estar indicado añadir más volumen para corregir el defecto. Por las peculiaridades de esta zona anatómica, es especialmente importante la infiltración de volúmenes pequeños, siendo preferible realizar una segunda sesión, evitando así el riesgo de sobre corregir por aplicación de un volumen excesivo en una única sesión.
¿Cuánto dura el resultado?
Aplicando la técnica de infiltración y el material adecuados, nuestra experiencia es que la corrección de las ojeras con ácido hialurónico ofrece resultados muy duraderos, siendo apreciables durante períodos que se prolongan más allá de los 24 meses.
Con este procedimiento se logra un aspecto más juvenil y descansando de la mirada, proporcionando un alto grado de satisfacción para los pacientes.