La cirugía estética incluye un conjunto de intervenciones entre las que se encuentran aquellas cuyo objetivo es remodelar la silueta corporal; una de ellas es el lifting de muslos o cruroplastia.
¿EN QUÉ CONSISTE UN LIFTING DE MUSLOS?
El lifting de muslos es un procedimiento quirúrgico dirigido a mejorar la forma de los mismos al eliminar el exceso de piel y grasa. Estos cambios se presentan más frecuentemente en la cara interna al presentar la piel de esta zona una menor elasticidad, pudiendo incluso dar lugar a la presencia de pliegues.
La indicación de esta cirugía es más habitual en pacientes tras una importante pérdida de peso. El exceso de volumen, piel o grasa, provoca el roce y por ello la irritación de la piel en esta zona. La reducción del volumen y el incremento en la tersura de la piel, por elevación de los tejidos, suponen un cambio significativo en el contorno y una mayor comodidad al caminar.
Esta intervención puede estar indicada para mejorar los resultados tras una
liposucción de muslos, cuando existe un exceso de piel en la zona. También suele combinarse con otros procedimientos como la
abdominoplastia.
El lifting de muslos no es una técnica de adelgazamiento por lo que una valoración médica previa es el primer paso para determinar si es una buena opción para su caso.
PROCEDIMIENTO
La intervención de lifting de muslos se realiza bajo anestesia general y tiene una duración aproximada de entre 2 y 3 horas, dependiendo de la cantidad de tejido a resecar.
Según las características del paciente, la incisión se localizará en el pliegue de la ingle (caso 1), en la cara interna del muslo (cuando el exceso de piel es mayor) (caso 2) y en ocasiones en el pliegue glúteo. Las incisiones son siempre proporcionales a la cantidad de piel sobrante, si bien son apenas perceptibles a la vista.
Como en cualquier operación, hay riesgos asociados con la cirugía y complicaciones especificas que deben ser conocidas por los pacientes.
Tras la cirugía, lo habitual es que el paciente necesite ingreso hospitalario durante 24 horas y llevar un vendaje o prenda compresiva la primera semana. Las molestias propias tras la intervención son tratadas con analgésicos de uso habitual. En condiciones normales se puede reiniciar una actividad normal al cabo de dos semanas y comenzar a hacer ejercicio físico de forma gradual a partir del mes tras la intervención.
Los resultados del lifting de muslos son definitivos y altamente satisfactorios siempre y cuando el paciente mantenga hábitos saludables, siendo aconsejable seguir una dieta equilibrada y practicar ejercicio de manera regular.
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